(Próxima publicación en Ediciones Sin Fin)
SINOPSIS
La feria es un viaje al fin de la noche protagonizado por un personaje que se llama igual que el autor. ¿Quién es este Enrique Mercado? ¿El alter ego kafkiano del escritor? No lo sabemos. Los límites entre realidad y ficción no están nada claros en este enorme fresco de la zona sur de Madrid, ese gran núcleo periférico que hoy alcanza el millón de habitantes.
En La feria, Enrique Mercado, un escritor y periodista accidental que no deja títere con cabeza con el telón de fondo de la cultura del pelotazo y el espejismo del Estado del Bienestar, aparece como el único hijo de una viuda obsesionada por proteger a su vástago. Éste se evade de su estrecho entorno retratando con objetivo preciso y pluma cáustica una miríada de personajes, a cual más extravagante, que se dan cita en la típica feria suburbial. Su inexperiencia en asuntos amorosos, por otra parte, le llevará a situaciones hilarantes e impensadas, debatiéndose entre dos mujeres muy distintas: una aspirante a folclórica y una ex yonqui.
La feria, en resumidas cuentas, es la obra de un entomólogo experto en disecar personajes que transitan por situaciones cotidianas pero extraordinarias.
📷OPINIONES
«Enrique Mercado es un verdadero François Villon de la prosa de extrarradio».
Bruno Montané
«La novela más esperada de nuestra generación: LA FERIA».
Benito del Pliego
FRAGMENTO
GERVASIO FERNÁNDEZ abrió la puerta del autobús y arrojó a la calle el escaso polvo que había amontonado con su escoba. Miró un momento hacia arriba y tropezó con la cara de ese imbécil que le observaba siempre que limpiaba el autobús. "¿Por qué no se meterá en sus asuntos?", había farfullado montones de veces durante los últimos cinco años. Pero no podía dejar su ineludible tarea, eso sí, siempre que no estuviera delante ningún compañero. Cómo se habrían reído de él si hubieran sabido que barría el autobús y lavaba los cristales concienzudamente. No era extraño que, en cierta ocasión, en el despacho de uno de los jefes de la empresa, éste le felicitara por mantener a raya a los viajeros.
-¿Cómo lo hace, Gervasio?...
Los empleados de la limpieza dicen que nunca encuentran un solo papel en su autobús. Si cunde su ejemplo en el resto de la plantilla, al final hasta podremos ahorrarnos el servicio de limpieza.
Gervasio se sonreía al recordar esta escena, pero ese imbécil de la ventana le seguía mirando con ojos burlones. "Seguro que él conoce al que se caga todos los días en uno de los asientos traseros". Efectivamente… Enrique Mercado sabía de buena tinta quién era el autor de las cagadas. Más de una vez lo había visto bajar en aquella misma parada mientras se terminaba de abrochar los pantalones. Un día, incluso, volviendo a casa, le sorprendió entre los arbustos de un jardín limpiándose el culo con unos terrones: sin duda, en el autobús no le había dado tiempo.
Caricatura de Diego Abelenda
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